La empresa, agente activo en la prevención y gestión del cáncer de los trabajadores

¿Podemos prevenir el cáncer?

El término cáncer engloba un grupo de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales, que se dividen y crecen sin control en cualquier parte del cuerpo. Son enfermedades de origen multifactorial debidas al efecto combinado de factores genéticos y ambientales.

Pero que el cáncer tenga una base genética no significa que sea hereditario ya que las alteraciones genéticas pueden aparecer a lo largo de nuestra vida por factores ambientales como la exposición a radiaciones o a sustancias químicas o como consecuencia de unos hábitos poco saludables. Sólo alrededor de un 5% de los tumores son hereditarios, el resto se consideran que tienen su origen en múltiples factores.

Se estima que entre 5 y 7 de cada 10 casos de cáncer se podrían prevenir con un adecuado estilo de vida. En este sentido, las recomendaciones del Código Europeo Contra el Cáncer (CECC) son:

  1. Realizar actividad física de forma regular
  2. No fumar
  3. Limitar el consumo de alcohol
  4. Mantener un peso adecuado
  5. Controlar a exposición prolongada al sol y la exposición a sustancias cancerígenas
  6. Seguir programas de detección precoz de cáncer (mama, colon y cuello de útero)

La empresa como agente activo

Las enfermedades y lesiones laborales y las enfermedades crónicas como la diabetes, la patología cardiovascular o el cáncer, suponen un elevado coste para las empresas en términos de absentismo, presentismo e incapacidad.

Tanto para gestionar la salud/enfermedad de los trabajadores como para implementar programas de promoción de hábitos saludables, las estrategias más efectivas son aquellas que alinean los objetivos de salud y bienestar laboral con los de productividad.

Un trabajador pasa gran parte de la jornada en la empresa, por lo que ésta debe ser un entorno generador de salud. Estrategias de salud pública en materia de prevención del cáncer, tienen un retorno importante para la sociedad y debe ser también un objetivo de salud para las empresas; tanto en la promoción de hábitos de salud y gestión de los factores de riesgo, como en el abordaje y gestión de los casos diagnosticados en sus trabajadores. Dar apoyo a los empleados enfermos de cáncer, debería ser también el compromiso de las organizaciones, sobretodo de aquellas que se identifican por ser una organización saludable.

En España no existe un registro oficial de casos de cáncer pero si un recuento realizado por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), que realizó un informe sobre las Estimaciones de la Incidencia y la Supervivencia del Cáncer en España y su situación en Europa. Este registro se realizó a partir de estimaciones de la incidencia de cáncer en varias ciudades del territorio nacional y de datos de mortalidad por cáncer de toda España. Según estos cálculos, en 2014 se diagnosticaron 145.813 casos nuevos de cáncer en hombres y 95.471 en mujeres. El tumor más frecuente fue el de colon y recto seguido por el cáncer de próstata, el de pulmón y el de mama. Por sexos, los cánceres más frecuentes en los hombres fueron, por éste orden, el de próstata, colon y recto, pulmón y vejiga urinaria, y en las mujeres los más frecuentes fueron el de mama, colon y recto, útero y pulmón.

Retomando las recomendaciones de hábitos saludables del Código Europeo Contra el Cáncer, y relacionándolas con el entorno laboral, se hace evidente el papel relevante que juegan las empresas españolas en la prevención del cáncer.

  1. Realizar actividad física de forma regular: El 42% de los españoles mayores de 18 años, afirma no realizar ningún tipo de actividad física y España ocupa el cuarto lugar en el ranking de los países con el mayor índice de sedentarismo (European Heart Network). Además, aunque realicemos ejercicio físico fuera de nuestro horario laboral, el tiempo que cada día pasamos sin movernos en el trabajo puede tener consecuencias perjudiciales para la salud. (Annals of Internal Medicine)(1)
  2. No fumar: El tabaco es la principal causa de muerte prematura en España: de cada 1.000 muertes, 150 se pueden atribuir al tabaco. Según un estudio realizado por la Sociedad de Prevención Fremap y la farmacéutica Pfizer Se estima que uno de cada 3 trabajadores españoles es fumador (datos 2012) lo que supone un gasto aproximado para sus empresas de unos 2.000 euros anuales por cada empleado. El 73% corresponde a la pérdida de productividad por presentismo, debido al tiempo dedicado a fumar durante la jornada laboral. El 27% restante debido al absentismo puesto que según se desprende del estudio, las bajas laborales de los fumadores se alargan de media 4 días más que las de los no fumadores por complicaciones relacionadas con el hábito al tabaco.(2)
  3. Limitar el consumo de alcohol: El consumo de alcohol está asociado con un riesgo modestamente mayor de desarrollar algunos tipos de cáncer, especialmente los de cabeza y cuello, esófago, hígado, mama y cáncer colorectal. El estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) financiado por la Unión Europea y coordinado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer y en el que participan 5 centros españoles, confirma las evidencias sobre la relación entre el alcohol y cáncer de mama. Según se desprende de este estudio3, el riesgo medio que tiene las mujeres de ser diagnosticadas se incrementa un 4% por cada aumento de consumo de alcohol de 10 g/día.(3)
  4. Mantener un peso adecuado: La obesidad está asociada con un mayor riesgo a padecer cáncer de esófago, páncreas, cáncer colorectal y cáncer de mama entre otros. Además, el sobrepeso y la obesidad tienen un impacto directo sobre la productividad de los trabajadores y el gasto sanitario, ya que según estimaciones de la OCDE, una persona obesa tiene unos costos de salud 25% mayores que una persona con peso normal.
  5. Controlar a exposición prolongada al sol y la exposición a sustancias cancerígenas: No me extenderé en este punto, puesto que las empresas que tienen trabajadores expuestos, adoptan las medidas de protección sanitaria y medidas preventivas reglamentarias. Sólo destacar que desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales, las cremas de protección solar son consideradas como equipos de protección individual (EPI), por lo tanto deben de ser suministradas por la empresa a los trabajadores expuestos: trabajadores de la construcción y obras públicas, trabajadores del campo, jardineros, socorristas… y su uso debe ser obligatorio para los trabajadores afectados.
  6. Seguir programas de detección precoz de cáncer (mama, colon y cuello de útero) En este sentido, las empresas pueden ser buenas facilitadoras de información. Desde los servicios de prevención de riesgos laborales, pueden hacerse campañas de sensibilización y dar información al respecto.

Impacto económico

El cáncer es la segunda causa de mortalidad en Europa, por detrás de las enfermedades cardiovasculares, y supone un coste anual de 124.000 millones de euros. El dato se desprende de un estudio presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en 2012

El cáncer es la segunda causa de mortalidad en Europa, por detrás de las enfermedades cardiovasculares

Siendo el cáncer la segunda causa de muerte, la prevención en el entorno laboral es necesaria ya que no sólo supone una carga económica considerable para los sistemas de salud, sino también en términos económicos por las pérdidas de productividad, por mortalidad prematura y bajas laborales. Además, los trabajadores que adoptan el rol de cuidadores de familiares con cáncer, pueden empeorar su estado de salud por la carga que supone tanto a nivel físico como emocional.

1_Sedentary Time and Its Association whith risk for disease Incidence, mortality and hospitalization in adults: A Systematic review and Meta-analysis. Aviroop Biswas, BSc, M; Michael

2_Estudio realizado en 2012 por la Sociedad de Prevención de Fremap a 760.000 trabajadores.

3_Alcohol intake and breast cancer in the European prospective investigation into cancer and nutrition. Romieu I1, Scoccianti C1, Chajès V1, de Batlle J1 Int J Cancer. 2015 Oct 15;137(8):1921-30. doi: 10.1002/ijc.29469. Epub 2015 Jul 14

¿Cómo podemos dar apoyo a los trabajadores con cáncer?

Cuando una persona es diagnosticada de cáncer es habitual que reciba consejos y recomendaciones de la familia o de las personas de su entorno que han pasado por una situación similar. Además, también es habitual que ante la magnitud del diagnóstico, se conecten a Internet donde se puede encontrar todo tipo de información y contenidos con consejos y recomendaciones que no siempre son del todo fiables.

Mantener una ingesta adecuada durante la enfermedad contribuye a cubrir las necesidades nutricionales, facilita una mayor tolerancia al tratamiento, da fuerzas para abordar las diferentes etapas de la enfermedad y contribuye a disminuir las complicaciones.

En este sentido, es importante que los consejos y las recomendaciones vengan siempre de personas cualificadas; con sus conocimientos ayudan a gestionar el día a día con la enfermedad, resuelven dudas sobre aspectos relacionados con el tratamiento o las pruebas diagnósticas, contribuyen a lograr un óptimo estado nutricional y dan estrategias para gestionar efectos secundarios del tratamiento y acompañan en cada momento para dar apoyo según las necesidades individuales de cada persona.

Marta Prats
Enfermera y directora de Nútrim